¿Te gustaría comprender por qué ves la realidad de la forma en que lo haces? ¿Conocer qué factores hay detrás de tus interpretaciones sobre lo que te ocurre?
Si tu respuesta ha sido sí, siento decepcionarte. En un sólo post no podré desenredar este ovillo de lana que conforma tu manera de ver el mundo. En cambio, sí que compartiré contigo algo que todas y cada una de las personas a las que muestro como conocerse, comprenderse y gestionarse, han puesto en evidencia una y otra vez, sin excepción. Y es lo siguiente:
Y, sobre esta relación, que será la más importante que tengas a lo largo de tu vida y que durará hasta tu último suspiro, existen dos opciones. Por un lado, atreverte (sí atreverte, es para valientes) a tratar como la persona de la que cuidarás con todo tu amor y benevolencia, protegiéndote emocionalmente por encima de todo y pase lo que pase.
O, por otro lado, oscurecerte y desgastarte tras la frustración de no tratarte como te mereces.
Lo segundo implica sentir que te cuesta decir que no a las peticiones de los demás, dejar a un lado tus necesidades, no expresar lo que sientes por miedo a que se genere un conflicto, anular tu forma de ser por la aprobación del otro, auto-exigirte y criticarte, no poner límites, no detectar ni reconocer todos los valores personales (por qué eres valiosa) y sentirte chiquitita en más de una ocasión, dándoles el poder a los demás olvidándote e incluso dudando de ti.
Tu autoestima (la valoración y estima que te tienes) será una de las claves para ver tu realidad de la forma más saludable y adaptativa. Esto implica que tu autoconfianza contribuirá a que sigas en tu centro pase lo que pase fuera, porque la fortaleza para afrontar lo que la vida te traiga estará dentro. Nadie te lo arrebatará a no ser que le des acceso para ello.
No se trata de tener alta o baja autoestima, la autoestima la componen un conjunto de habilidades a potenciar, como las que te he comentado antes.
Y esta es precisamente la mejor noticia que te puedo dar: el hecho de que se trate de habilidades emocionales, implica que la relación contigo no va de yo soy así, sino que si dispones de las herramientas adecuadas podrás potenciar la mejor versión de ti; primero para ti, y luego para los demás. Una versión mejorada que estará directamente relacionada con la capacidad para conocerte a ti misma y actuar en consecuencia.
De este modo: así como te veas a ti, verás el mundo e, inevitablemente, te sentirás ante el mundo.
¡A vivir brillando! ✨